Los Vortigaunts lucharon, no como la mayoría de humanos muchos años después, pero finalmente sucumbieron frente al poder de la Unión Universal y de su señor, Nihilanth, que les puso unos extraños grilletes para que hicieran su voluntad, basada en las ordenes de La Alianza. Estos extraños invasores crearon inmensas fábricas, postes de energía y otras maquinárias extrañas que utilizaban para dar forma a su nueva fuerza de élite, conocidos solamente por Alien Grunt, nombre dado por los humanos. Además de estas fuerzas de élite, modificaron más Xenianos y crearon nuevas máquinas para crear un ejército invasor, preparado para tomar algún otro planeta.A finales del siglo veinte en La Tierra, la suerte sonrió a La Alianza cuando los científicos humanos de una instalación llamada Black Mesa descubrieron los portales secretos que unían Xen y La Tierra. Utilizando de portal primario uno de los experimentos humanos, el ejército Transxeniano de La Alianza se adentró en las instalaciones y comenzó a destruir todo a su paso. Cuando las bajas Xenianas comenzaron a multiplicarse, varias organizaciones humanas comenzaron, inexplicablemente, a bombardear y aniquilar la instalación. Con la ayuda inesperada de estos, consiguieron dejar la instalación científica hecha cenizas. Mientras la instalación se sepultaba bajo el suelo, en Xen el administrador del planeta caía bajo el brazo de un científico de Black Mesa, que La Alianza dio por muerte su desaparición. Con la muerte del señor de los Vortigaunts, éstos quedaron libres de sus grilletes y se quedaron en La Tierra por dos razones: no tenían como volver, y porque creían que debían ayudar a los humanos para saldar la destrucción que habían creado.No pasó mucho tiempo hasta que el ejército Transxeniano, sin los Vortigaunts, y las razas inferiores Xenianas se esparcieron por La Tierra durante varios años, hasta que los humanos pudieron establecer un control parcial sobre sus ciudades y las protegieron para que nadie pudiera entrar.Entonces La Unión Universal se decidió por atacar el planeta con una fuerza masiva, que los humanos ni con ayuda de los Vortigaunts pudieron resistir. La batalla duró siete horas, y desde entonces todo pasó muy rápido: el antiguo administrador de Black Mesa, Wallace Breen, se proclamó administrador de La Tierra en nombre de La Unión Universal, los Vortigaunts quedaron esclavizados de nuevo y los humanos fueron la nueva idea de La Alianza para un ejército.
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